
Si pensamos y vemos todos los dias que nuestra mascota nos acepta y es fil y cariñosa sin importarles la edad que tengamos, como somos fisicamente o que errores cometimos a lo largo de nuestra vida...es facil darse cuenta de cual es el fundamento de la ZOOTERAPIA.
La zooterapia es una técnica psicoeducativa que complementa a la medicina y psicología con la que se tratan pacientes- especialmente a NIÑOS que posean retraso mental o algún trastorno generalizado del desarrollo como el AUTISMO- mediante el contacto con animales. En esta terapia, la mascota estimula al niño a nuevas actividades favoreciendo su aprendizaje y adaptación tomando en cuenta sus capacidades especiales. Tambien se han obtenido resultados terapèuticos extraordinarios en enfermos terminales y en ANCIANOS, enfermos o simplemente abandonados, como terapia asistida en GERIATRICOS.
Estos estímulos son generados en su mayoría por PERROS, pues necesitan poco espacio para moverse, son inteligentes y afectivos. Sin embargo, también se han obtenido resultados positivos con gatos, caballos y delfines.
Está comprobado que el contacto con animales tiene efectos positivos en las personas. La terapia con animales, permite tratar a pacientes con trastornos físicos y psicológicos y generar sentimientos y sensaciones únicas que favorecen su interacción con el mundo exterior y mejoran su calidad de vida.
El poder curativo del contacto con animales
La zooterapia otorga un sinnúmero de beneficios. En términos generales ayuda en la producción de células T, endorfinas y hormonas, en el mejoramiento de la interacción social del paciente y en su autoestima. Está comprobado que incide favorablemente en diferentes áreas del paciente tales como:
- La empatía, permitiendo que estos niños se identifiquen con los animales y formen una relación incluso más cómoda que la que mantendrían con un humano.
- El enfoque exterior, logrando que los pacientes salgan de su ambiente y se entretengan, focalizando su atención en temas diferentes a su enfermedad.
- Las relaciones, permitiendo una apertura en la socialización y una comunicación emocionalmente segura entre pacientes, entre el paciente y su terapeuta y entre pacientes sus familiares y el equipo de trabajo.
- La aceptación, incrementando su seguridad al no recibir clasificaciones ni juicios de valor, siendo aceptados por los animales tal y como son.
- Los estímulos mentales, logrando a través de la terapia la evocación de recuerdos, el incremento de la distracción, la alegría y el juego, disminuyendo sentimientos de soledad y aislamiento.
- El contacto físico, ayudando a que los niños a través del contacto con el animal crezcan psicológicamente y superen temores o miedos internos.
- Disminución de la presión sanguínea, mejorando el estado fisiológico del paciente y permitiendo en algunos casos la recuperación de enfermedades del corazón.
Se ha comprobado que propietarios hipertensos que conviven con animales de compañía logran reducir los valores de sus registros de tensión arterial al acariciar a sus mascotas, y similares efectos benéficos se logran en enfermos del corazón, del mal de Alzheimer y pacientes con cuadros depresivos entre otras enfermedades. Los perros asistentes son vitales para personas discapacitadas, tales como ciegos y sordos.
La compañía, el amor y la devolución del afecto brindado del perro o del gato que convive con su amo, resultan ser bálsamos para parejas mayores o para quienes por circunstancias de la vida están o se han quedado solas o solos.
Beneficios de las terapias usando animales
Los principales beneficios para la salud es que reduce el sentimiento de soledad, ofrece tranquilidad y sosiego, el simple hecho de acariciar a un perro produce como reacción inmediata un sentimiento de relajación, levanta la autoestima, disminuye el estrés cotidiano.
En la zooterapia con niños, estos resultados son aparentemente mayores y más notorios, debido a la preponderancia del pensamiento afectivo que los caracteriza, por sobre la racionalización y el control de los impulsos instintivos primarios que son representativos más bien de los adultos. Sin embargo, niños, jóvenes, adultos y ancianos, tanto sanos como enfermos, son capaces de experimentar estas sensaciones y beneficiarse de ellas.
Por otra parte, se ha determinado claramente que existen estrechos vínculos entre las funciones corporales y el estado psíquico, al grado que muchas enfermedades orgánicas y la resolución de las mismas son consecuencia de diversos procesos mentales. Es el sistema inmune que, en la gran mayoría de estas patologías, participa modulando su accionar según el estado mental del individuo. Por lo tanto, situaciones de alegría, tranquilidad y optimismo facilitan la recuperación orgánica de cualquier injuria o enfermedad que la afecten, constituyéndose sin duda, en la principal causa del beneficio que significa el acercamiento entre las personas y los animales, a través de la zooterapia.
Existen otros mecanismos terapéuticos comunes a las distintas modalidades de zooterapias que refuerzan los aspectos psicológicos mencionados. Entre estos destacan:
- Se estimula la producción de células T, endorfinas y hormonas.
- Mediante la entretención generada, los pacientes se distraen de dolores y estados depresivos.
- Se facilita la interacción entre desconocidos, disminuyendo la sensación de soledad.
- Mediante el ejercicio, la actividad, la alegría y el optimismo se favorece enormemente la autoestima de quienes acceden a las terapias con animales.
Aspectos científicos de la Zooterapia
La explicación al fenómeno pasa por el sistema nervioso central (SNC), y específicamente por el sistema límbico del cerebro, encargado de regular el componente emocional de nuestra conducta.
Al respecto, la visualización y el contacto con la naturaleza inducen la liberación de endorfinas a este nivel del SNC, generando sensaciones de tranquilidad que distensionan y gratifican nuestros procesos mentales. En general, cualquier constituyente de la naturaleza es capaz de inducir este efecto, pero son aquellos elementos que interaccionan directamente con el hombre los que entregan mejores resultados.
Con respecto a los tipos de zooterapia se describen tres modalidades de zooterapia de importancia en el área: equinoterapia, delfinoterapia y visitas programadas con animales menores. Todas estas modalidades trabajan normalmente con personas enfermas o discapacitadas. Sin embargo, también existen aplicaciones de carácter preventivo dirigidas a individuos sanos, con estrés o sometidos a labores rutinarias.
No cualquier animal es apto para esta tarea, y ello no depende de la raza -más allá de que las haya mejor predispuestas-, sino de un adecuado entrenamiento en candidatos que han superado satisfactoriamente un chequeo médico veterinario previo. Niños con trastornos del comportamiento, autistas y psicóticos encuentran los beneficios que les proporcionan al trabajar en su recuperación junto con estos animales elegidos, verdaderos "acompañantes terapéuticos".
MOVIMIENTOS ARGENTINOS DE ZOOTERAPIA
Pampero es muchísimo más alto y grande, pero la desproporción de tamaño a sus 3 añitos no amedrenta a Gustavo. Al contrario: se aferra rápido y como puede al profesor de educación física, Ramón Vega, y las ganas de montar a Pampero le dan el envión que necesita para lograrlo.

Bajo techo, protegido del frío y la llovizna que amenaza en el predio del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, el pequeño jinete no para de sonreír sobre el lomo de uno de los tres caballos criollos del Escuadrón Riobamba que recorren en círculos la pista del picadero. Ese día, a los animales y los soldados asignados les tocó "servicio" con los chicos y los adolescentes que dos veces por semana hacen, por derivación médica y gratuitamente, equinoterapia.
Cada vez son más las capacidades que la medicina les reconoce a los animales para complementar el tratamiento clínico de una gran variedad de enfermedades físicas y psicológicas. Psicosis, trastornos de conducta, agresividad, depresión, problemas de lenguaje, parálisis cerebral, enfermedades cardiovasculares, fobias, esclerosis múltiple, alteraciones musculoesqueléticas, síndrome de Down, trastornos respiratorios y hasta el cáncer y el sida son algunos de los males en los que el contacto con los animales pueden marcar la diferencia.
"Nuestros pacientes son chicos y adolescentes con enfermedades neurológicas, psicológicas y físicas, incluida la ceguera. La rehabilitación ecuestre es una terapia complementaria al tratamiento médico, como puede ser la kinesiología: el chico lo sigue recibiendo y dos veces por semana concurre a equinoterapia", explica el doctor Germán Falke, jefe del Servicio de Adolescencia y de la Sección Equinoterapia del Hospital Militar Central.
El equipo multidisciplinario que dirige el doctor Falke se divide las tareas entre los pacientes y los padres. De 9 a 12, adultos y chicos trabajan por separado en la independencia, los miedos y los límites. Pero sólo los chicos ingresan en la pista. Antes y después, con el profesor de educación física y la kinesióloga, ponen a punto músculos y articulaciones, ya que muchos tienen contracturas o hipotonías musculares. Luego, el animal los ayudará con el calor de su cuerpo.
"Me siento relajado sobre el caballo; mi postura es mejor, la espalda se me endereza y se me estiran las manos y las piernas. Con el mismo calor del caballo siento que se me relajan todos los músculos", cuenta Nelson, en la pista, antes de dejar la silla de ruedas para montar a Payé. A un costado, Nino, de 17 años, elonga en el piso después de montar a Calfucurá: "Antes me dolía todo el cuerpo, pero desde hace un año, me siento mejor", dice. Su médico lo derivó a rehabilitación ecuestre por un trastorno del lenguaje y del aprendizaje.
Cada sesión, apunta la psicóloga e instructora de equitación Marcela Aldazabal, equivale a 5 ó 6 sesiones de kinesiología en un gabinete. "El animal transmite su calor corporal. Eso distiende y estira los músculos; además, el movimiento sobre el lomo del caballo es hacia adelante, atrás, en diagonal y a los costados, lo que en pacientes que no caminan estimula el sistema nervioso central y moviliza desde la pelvis hasta la nuca", dice Aldazabal, coordinadora del Area de Rehabilitación Ecuestre de la Sección Equinoterapia del Hospital Militar. La veterinaria Cecilia Sedrán agrega: "Cuando un chico tiene una discapacidad motriz y el eje del cuerpo está alterado, los caballos lo perciben y tratan de acomodarlo sobre el lomo".
Se desconoce cuántos equipos en el país se dedican al trabajo terapéutico con distintos animales, pero en los últimos tres días se supo que van creciendo. Fue en la Facultad de Veterinaria de la UBA, durante el II Congreso Argentino y Latinoamericano "Los animales: su impacto en la salud", que presidió el doctor Hugo Massei, pediatra y psiquiatra infantil del Hospital Psiquiátrico Infanto Juvenil Tobar García.
"Hay que separar las actividades recreativas con animales de lo que es el trabajo en salud de un equipo multidisciplinario. Por eso, no está bien hablar de zooterapia, que incluye una expectativa de curación a cambio de acariciar a un animal. En estas experiencias multidisciplinarias, que son complementarias al tratamiento, no hay magia; lo que cura es el trabajo de especialistas, la familia y el tratamiento", insiste Massei, que hace 20 años creó el Programa Cuidar Cuidando, una iniciativa del Tobar García y el Zoológico porteño.
Cuatro días a la semana, en el enorme predio del barrio de Palermo, se puede ver a los animales, sus cuidadores, chicos y adolescentes dentro de los recintos. Los más chicos alimentan a los animales de granja. Los mayores asumen responsabilidades, que van desde alimentar a cualquiera de los animales hasta limpiar sus recintos y asistir a los cuidadores.

Por el programa que coordinan el psicólogo Vicente De Geminis (zoológico) y la doctora Ana María Papiermeister (hospital Tobar García) ya pasaron mil pacientes derivados de los hospitales porteños con trastornos emocionales graves, problemas de conducta o trastornos que generen un riesgo para sí y para terceros. "Al principio, los chicos que trabajaban en el cuidado de los animales mejoraban la conducta, necesitaban menos medicación y los cuidadores sin información previa sobre los chicos, no se daban cuenta de que tenían dificultades", recuerda Massei.
Hasta ahora, 60 pacientes lograron reinsertarse socialmente y el nivel de mejoría de la salud de los chicos fue "altísimo". Pero el pediatra apunta: "El trabajo en el zoológico tiene una dimensión de naturaleza que no tienen los hospitales. Los animales no son el eje, sino lo que permite establecer una relación con los cuidadores y con sus pares. Se trata de que los chicos se ordenen, tomen hábitos de horario y adquieran una habilidad para reinsertarse en la sociedad". De hecho, cuatro participantes fueron contratados por su buen trabajo.
Un oasis de alegría que hace reflexionar"
Pero lejos de las jirafas o los monos del Zoológico, en el barrio porteño de Villa Ortúzar, el mejor amigo del hombre interactúa con pacientes del hospital Tornú. Todos los miércoles, de 15 a 17, por los pasillos de la Unidad de Cuidados Paliativos caminan de 2 a 6 perros de distintas razas y tamaños con sus guías, que les brindan bienestar a las personas con afecciones en etapas terminales.
"El contacto con los perros les aumenta el bienestar, les mejora el ánimo y les permite centrarse en algo distinto a la enfermedad y a los cuestionamientos. El perro les trae recuerdos de momentos placenteros con sus animales y el contacto directo estimula la salud emocional y la espiritualidad. Los animales son un oasis de alegría, que hace reflexionar al paciente y nos permite seguir trabajando después que termina la visita", explica la licenciada Noemí Díaz, coordinadora del Area de Psicología de la unidad del hospital Tornú-Fundación Femeba.
MAS INFO: http://www.conciencia-animal.cl/paginas/temas/temas.php?d=272
Datos útiles
Sección Equinoterapia del Hospital Militar Central "Dr. Cosme Argerich ": www.equinoterapia.ejercito.mil.ar .
Programa Cuidar Cuidando: (011) 4304-3519.
Centro de Terapia Asistida Con Animales (TACA), Facultad de Veterinaria, de la Universidad de Buenos Aires (UBA): (011) 4524-8433.
Proyecto Perros en las Cárceles : www.pathwaystohope.org/prison.htm .
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